8 actores que envejecieron de manera poco convincente y usaron un maquillaje terrible

Jun 25, 2023

Películas como El curioso caso de Benjamin Button asombraron al público con su uso de maquillaje "envejecido", pero otras fueron mucho menos convincentes.

En ocasiones, la trama de una película requiere que un actor envejezca usando maquillaje protésico, pero esto no siempre se hace de manera convincente. El precio que los años cobran en los rasgos faciales de una persona es difícil de imitar, pero los artistas de efectos especiales han recorrido un largo camino para disfrazar el brillo juvenil de un actor. Desafortunadamente, esto es mucho más fácil de lograr en las fotografías, ya que agregar movimiento a estas capas de maquillaje puede ser un claro indicio de que algo no está del todo bien. Este es el dilema de los cineastas de todo el mundo y un factor que puede mejorar o deshacer la inmersión de una película.

La naturaleza de películas como El curioso caso de Benjamin Button hace que el maquillaje protésico sea una necesidad y logra lograrlo con un efecto fascinante. Es especialmente sorprendente para actores como Brad Pitt y Cate Blanchett, que no sólo son reconocibles sino conocidos por su atractivo juvenil. Aún así, la película logró mostrar el cambio de edades (aunque en orden inverso entre sí) de una manera que no rompió la ilusión de una manera inquietante. Desafortunadamente, otras películas a lo largo de los años han tenido mucho menos éxito.

Little Big Man (1970) vio a Jack Crabb, de 121 años, contar la historia de su vida, cómo creció en el viejo oeste y sobrevivió a la batalla de Little Bighorn. Durante las escenas del 'presente', el actor Dustin Hoffman se sentó bajo capas de maquillaje y habló de su pasado con un historiador (William Hickey). Hoffman no es ajeno a actuar detrás de un disfraz, y logró lograr la voz y el comportamiento de un anciano malhumorado con una historia que contar, pero su apariencia era demasiado. El equipo de maquillaje se aseguró de cubrirlo con tantas arrugas como fuera posible, pero el hecho de que no se movieran ni un poco delataba que estaban hechas de silicona, no de piel.

El talento protagonista de Las horas (2002) fue suficiente para atraer al público a los teatros. En general, la trama que vio a tres mujeres (interpretadas por Meryl Streep, Nicole Kidman y Julianne Moore) representar sus historias en diferentes momentos antes de finalmente unirse no decepcionó. Sin embargo, esto significó un salto en el tiempo para el personaje de Moore, Laura Brown, por lo que la actriz se sometió a una transformación de maquillaje. Por sí solo, el envejecimiento de Moore no fue tan inquietante como el de aquellos con capas y capas de prótesis. Sin embargo, el problema era que se suponía que el personaje tendría unos 80 años, algo que algunas arrugas y cabello canoso no comunicaban.

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Si bien la mayoría de los casos de envejecimiento en las películas se deben a los flashbacks o flash-forwards de un personaje, este no fue el caso de la precuela de la franquicia Alien, Prometheus (2012). La elección de Ridley Scott al elegir a Guy Pearce como el empresario multimillonario Peter Weyland, de 104 años, fue una sorpresa ya que la trama no hacía necesario el maquillaje protésico. Weyland nunca apareció como un hombre joven durante el montaje oficial de Prometheus, por lo que se podría haber elegido a un actor anciano desde el principio. Desafortunadamente, el resultado de elegir a Pearce fue un personaje amarillo y malhumorado que parecía más alarmante que cualquiera de los extraterrestres.

La interpretación de Leonardo DiCaprio de John Edgar Hoover en J. Edgar (2011) es otro ejemplo de prótesis innecesarias en el cine. A DiCaprio le aplicaron capas de maquillaje en la cara para envejecer y hacer que se pareciera más al personaje de la vida real que debía interpretar. Esto significaba un ceño permanentemente fruncido, mejillas pobladas y un par de barbillas extra, todo lo cual era casi imposible de tomar en serio. La actuación estelar de DiCaprio fue una gracia salvadora. Aún así, el peso de su maquillaje era evidente al mirarlo y, dependiendo de la iluminación y el ángulo, era fácil ver dónde se habían mezclado las prótesis de silicona con la piel.

Mr. Nobody (2009) sigue a otro personaje muy anciano mientras cuenta los detalles de su vida. El drama de ciencia ficción fue emotivo y estimulante, y la actuación de Jared Leto como la versión más joven de Nemo fue satisfactoria. Sin embargo, el anciano personaje fue víctima de las pesadas capas de maquillaje que a menudo resultan inquietantes para el público. Como imagen o figura de cera, el rostro arrugado de Nemo habría sido una obra maestra. Desgraciadamente, en movimiento sólo resultaba inquietante. Al final, no agregó nada que Leto interpretara ambas versiones del personaje. Películas como Titanic han obtenido buenos resultados al elegir a dos actores distintos: el Sr. Nadie debería haber hecho lo mismo.

En general, Eduardo Manostijeras (1990) es aclamado por sus efectos prácticos, y su naturaleza cursi hace que las extrañas elecciones de maquillaje del personaje de Johnny Depp sean una extensión de los temas de la película. Incluso el maquillaje de la versión anterior de Kim de Winona Ryder no era tan pesado ni tan apelmazado como el de otras películas. El problema surgió del hecho de que Ryder tenía sólo 19 años cuando interpretó al personaje, lo que hizo que la interpretación fuera completamente poco convincente. La actriz demostró lo contrario, pero durante estas escenas, quedó claro que le costaba actuar a través de las capas de arrugas.

Las películas de Regreso al futuro tenían más que ver con la diversión que con la credibilidad, pero aún así era difícil tomar muy en serio al viejo Marty McFly. En Regreso al futuro II, Michael J. Fox entretuvo al público interpretando tres personajes separados dentro del mismo par de escenas, y lo ridículo de esto fue parte de la comedia. Sin embargo, los maquilladores ensuciaron a Fox con respecto a su homólogo mayor. Para empeorar las cosas, las películas de Regreso al futuro habían envejecido a personajes con canas y un par de arrugas desde la Parte 1, por lo que no había necesidad de aplicar capas a Fox hasta el punto de parecer cera.

Como se ve en otros ejemplos de envejecimiento fallido en las películas, el trío dorado en Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte 2 (2011) podría haber ido mucho peor. Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson tuvieron la suerte de evitar capas de prótesis faciales, pero eso no significa que su maquillaje les hizo justicia. Se suponía que el epílogo de la película de Harry Potter se desarrollaría solo 19 años después de que el trío debía estar en edad de escuela secundaria, lo que significa que tendrían alrededor de 36 años. Desafortunadamente, a los actores se les hizo parecer no sólo mayores que esto, sino también terriblemente enfermos, con piel ictericia y ojos de borde oscuro, una manera terrible de dejar de lado a sus personajes.